Reglas para una pelea limpia.
- Esposos: Fidel y Janeth
- 16 jul 2018
- 5 Min. de lectura
Mucho se dice que los mejores matrimonios son aquellos que nunca discuten o no tienen diferencias y desacuerdos. Este tipo de matrimonios son una bomba de tiempo, ya que la falta de discusión sobre un tema dentro del hogar, es indicativo que uno de los 2 está “aceptando forzadamente” aquellas cosas en las que no está de acuerdo, y esto se compara con una bomba de aire, donde va acumulando presión, hasta que llega un momento en que explota. El discutir es sano, es liberar esa presión, es buscar un punto medio a las diferencias, para que emocional y psicológicamente el matrimonio se encuentre en un adecuado equilibrio, de esta manera las discusiones serán cada vez menos acaloradas y vicerales.

Sigue las siguientes reglas de oro para una pelea limpia:
1. Busca el lugar y el momento adecuado para la discusión: sabemos que los momentos en que ocurren las peleas no los elegimos, pero si debemos ser racionales para decidir si queremos iniciar una pelea con nuestra pareja en una reunión, frente a nuestros hijos o en la calle. Mejor se tolerante y espera llegar a casa en un ambiente donde no vayas a involucrar a terceros.
2. Debes estar claro que una discusión es para solucionar un problema: muchas veces nos desenfocamos y no sabemos porque iniciamos una pelea, debemos enfocarnos en un problema a la vez y no en 10 problemas, también debes estar claro que no debes traer problemas del pasado como argumentos a la discusión, a pesar que haya alguna similitud.
3. No hay ganador ni perdedor: una pareja es un equipo, que están del mismo lado, a veces en un equipo puede haber diferencias, pero cuando nos subimos al ring a pelear nos invade el orgullo, la soberbia, la lucha de poder y queremos ser el ganador, el que tiene la razón. En una pelea donde no se llega a un acuerdo el matrimonio es el que pierde o sea ambos, debes hacer a un lado estos sentimientos y discutir con humildad, sin maldad, sin manipular, sin querer ganar.
4. Escucha sin interrumpir: una mala práctica dentro de las peleas es querer hablar sin dejar terminar a la otra persona, proponte escuchar primero los argumentos de tu pareja y después expones los tuyos, la mayoría de las peleas que terminan mal es porque no se dan el espacio para escuchar y terminan elevando la voz para tener el control de la conversación y esto se puede salir de las manos y terminar en violencia verbal.
5. Admitir que puedes estar equivocado: en vez de decir que tienes la razón por encima de todo, más vale aceptar que puedes estar equivocado; siempre debes estar dispuesto a buscar la verdad. No quieras hacer recaer sobre tu pareja la responsabilidad de todo.
6. Expresa ciertos problemas por escrito: en ocasiones es sumamente útil expresar las diferencias por escrito, sobre todo en aquellas situaciones que duele tanto que corres el riesgo de entrar en una pelea interminable o por situaciones que probablemente pueden empeorar la pelea.
7. No utilices pluralismos: una tendencia en las peleas es decir “nosotros los hombres…”, “nosotras las mujeres…”, “nuestra familia…”. Utiliza el pronombre “yo” en todo momento.
8. Llama a tu cónyuge por su nombre, el respeto es importante: no debes utilizar adjetivos denigrantes con tu pareja, llámalo(a) por su nombre. No utilices palabras como “idiota”, “poca cosa”, “bruto”, “poco hombre”, “animal”, etc. donde uno de los 2 pasa esta línea mejor es hacer silencio, pedir disculpas e iniciar en mejores términos la pelea.
9. Nunca hagas comparaciones: no compares a tu cónyuge con otros(as), esto es una mala decisión, ya que hieres emocionalmente a tu pareja y le afectas la autoestima. Cuando entras en este plano de discusión, mejor es hacer un cambio en la estrategia. Recuerda que al final no hay ganador ni perdedor. Gana o pierde el matrimonio, ambos.
10. No somos adivinos(as): pregúntale a tu pareja que es lo que siente, lo que piensa, lo que quiere; no trates de adivinarlo o de caer en base de suposiciones como: “lo que pasa es que tu siempre…”, “tu piensas que yo…”, “tu siempre quieres…”, “siempre me dices…”. Habla claro, di lo que sientes y piensas.
10. No abandones el campo de batalla: No elijas un momento para discutir en que tengas que irte para el trabajo, o que tengas algún compromiso, al buscar el momento adecuado estás evitando salir de la pelea y dejarla a medias. Tampoco te retires de la pelea para irte para “casa de tus padres”, “para donde algún amigo”, “para donde tus hermanos”, etc. los problemas se solucionan dentro del hogar con tu cónyuge, las cosas empeoran cuando dejas el ring.
11. Mírense a los ojos: eviten pelear en momentos en que alguno esté lavando, fregando, leyendo el periódico, usando algún dispositivo electrónico. Esto es parte de la regla de buscar el lugar y el momento adecuado. No querrás pelear con la espalda de tu pareja, o que te hablen sin ver a la persona de frente. Esto causa mayor dificultad para solucionar el inconveniente.
12. No irse a dormir peleados: “no sabemos el momento ni la hora”, pues entonces evita dormir peleado con tu pareja, si amas a tu cónyuge no duermas peleado, soluciona las diferencias antes de ir a la cama.
13. No dar golpes bajos: no traer los defectos de tu pareja a la pelea, si te casaste con él o ella conociendo estos defectos es porque lo(a) amas. Ahora no confundas el ser olvidadizo, no tener destrezas para la cocina, no ser organizado(a), con problemas y distorsiones de la sexualidad como: pornografía, infidelidad, lujuria, entre otros. No dar golpes bajos es no utilizar los defectos o deficiencias de tu pareja para justificar el problema o para culpar.
14. Buscar un árbitro idóneo: en muchas ocasiones el tipo de diferencias que se tratan en una pelea es sumamente difícil para una pareja, como son: infidelidad, mentiras, vicios, violencia, heridas sin sanar; en estos casos y sobre todo si no se logra un acuerdo o se respetan los compromiso, se debe buscar ayuda idónea. Busca un guía espiritual (sacerdote o parejas de atención), psicólogos o psiquiatras con formación y fe cristiana. No busques al amigo o amiga que vayan a indicarte que la mejor solución es darse un tiempo, la separación o el divorcio.
15. Oración y dar la paz: Muchas veces olvidamos que un matrimonio es de 3: hombre, mujer y Cristo. Él está en medio de nuestros matrimonios, háganlo presente en la pelea antes de iniciar, esto es con una oración. Por otro lado, al finalizar la pelea dense un abrazo, un beso y dense la paz, verán como las peleas son diferentes con una oración de introducción.
16. Celebren juntos: Hemos mencionado en las anteriores reglas que no hay un ganador o perdedor, que siempre gana o pierde el matrimonio, y que son un equipo que están del mismo lado. Cuando un equipo en cualquier ámbito gana, salen a celebrar, pues haz lo mismo. Cuando hayas hecho la paz con tu pareja y hayan solucionado sus diferencias salgan a bailar, a cenar románticamente, coman un helado juntos, hagan el amor, celebren como equipo!!.
Ahora aplica estas reglas de oro y en el nombre de Cristo Jesús tendrán una pelea limpia.

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