Los 10 Minutos dorados en la relación
- Esposos: Fidel y Janeth
- 10 jun 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 5 ago 2019
Mi esposa y yo en todos estos años que hemos dado terapia a las parejas, identificamos que uno de los mayores factores que impactan la relación es el tiempo que se dedican uno al otro.

Con la falta de tiempo en la relación conyugal, llegamos a uno de los siguientes efectos negativos en la relación:
1. Caen en la monotonía.
2. Se pierde la intimidad.
3. Se habla cada vez menos.
4. Se deja de conocer uno al otro.
5. Se pierden momentos hermosos de la relación.
6. Se van aislando.
7. Caen en el error de compartir tiempo con otro u otra.
8. Buscan otros elementos para entretenerse, que no es la pareja.
9. Caen en discusiones continuas, por temas que no se hablan.
10. Viene la indiferencia.
Por otro lado, muchas veces este tiempo, en el que se debe dedicar tiempo al diálogo, no se hace, por evadir temas que han estado pendiente por mucho tiempo, o que causan fuertes discusiones.
Todo inicia con un “déjame ver si tengo tiempo”, o quizás “hoy no tengo tiempo”, al punto hasta de negociar el tiempo de compartir en pareja por: tiempo extra en el trabajo (por más dinero), pasar tiempo con amigos, gimnasio, deportes, con la familia de él o de ella; cualquier cosa para evitar hablar, para evitar compartir, llegando al punto de decir "yo también tengo que ver a mi mamá, a mis hermanos, a mis amigos", prefiere estar bien con todos los que le rodean, menos con su conyuge.
Por otro lado, ni siquiera hablar del tiempo que debes dedicarle a Dios, que no hay tiempo negociable los domingos del Señor ( I Pe 1-3; Ex 20, 8-10; cf Dt 5, 12-15 ), pero aplicamos lo mismo: "hay que tener tiempo para ir a la playa, a visitar a la familia, para descansar, ver televisión". Hasta nos metemos nosotros mismo en la cabeza que el Señor estaría de acuerdo con esto, para minimizar el impacto moral cristiano que causa esto a nuestra vida, cuando sabemos que es pecado mortal no asistir a la misa, porque va en contra del III mandamiento.
Esto se va convirtiendo en algo tan normal en la relación, que no prestamos mucha atención a este asesino silencioso, hasta que no vemos nuestra relación en un estado crítico, que va cuesta a bajo.
Toda pareja que realmente ame su cónyuge, debe ser capaz de dejar cualquier actividad externa para dedicar tiempo a su relación, este artículo trata de ese tiempo al que llamamos los “10 minutos dorados”, no son intercambiables por nada, no hay nada que valga más que estos 10 minutos. Estos 10 minutos al día serán los que mantendrán tu relación a flote, y en el caso que estés pasando por dificultades, salvará tu relación; ahora, estos 10 minutos no funcionan, si es el único tiempo que dedicas a tu pareja, y pasas el resto del tiempo fuera de casa.
Aclaramos que el tiempo que debes dedicar a tu relación es el máximo del día, manteniendo tu responsabilidad laboral, dándole prioridad a la salud, y por supuesto dándole prioridad a las cosas de Dios, sin descuidar la relación; pero estos 10 minutos aprovechados al máximo, podrás ver grandes diferencias en tu relación de aquí en adelante.
Veamos cómo sacarles provecho a estos 10 minutos dorados, ya que hay algunas reglas para este tiempo:
1. El tiempo de pareja es eso: TIEMPO DE PAREJA, no cuenta en este tiempo el que compartimos con nuestros hijos, familiares o amigos.
2. Deben estar sólo los 2, sin ninguna otra persona.
3. Los dispositivos electrónicos deben ser apagados: TV, Celulares. Es válido poner música romántica a bajo volumen.
4. Busquen un lugar donde ambos se sientan bien, ya sea en su casa o en algún sitio que a ambos les guste y puedan hablar.
5. Al inicio no deben tocar temas que sean sensibles para ambos, hablen sobre: cuales son sus temores, cuales son sus tristezas, cuales son aquellas cosas que le provocan alegría, que cosas te gusta de él o ella, planes a futuro juntos, que extrañas de él o ella.
6. Lo más importante en estos 10 minutos dorados es escuchar al otro, no es un momento para defenderte, para señalar, para reclamar, para dar excusas. SÓLO ESCUCHA cuando habla él o ella, espera tu espacio y luego hablas tú.
7. Se empático con él o ella, si llora abrázalo(a), tómale la mano; si ríe, alégrate también, nota el mayor interés, TÓMATE EN SERIO ESTE TIEMPO.
8. No se debe traer cosas del pasado a esta conversación, no debes culpar o involucrar a terceros en esta conversación; debes decir que te entristece, no dar un discurso sobre eso, por ejemplo: “Me siento deprimido(a), cuando estoy solo(a) en casa”, no debe decir “cada vez que sales a tus partidos de football con tus amigos me siento muy triste, sobre todo porque llegas pasada medianoche”. ¿VES LA DIFERENCIA?.
9. Debes mantener un tono de voz adecuado, no se vale levantar la voz, tampoco usar palabras ofensivas.
10. Si son los primeros días, no hagas promesa de algo que harás, y que nunca has cumplido, no es momento para esto.
11. Estos 10 minutos dorados no son para manipular, ni para victimizarte, tampoco para hablar de nada que no sea de ustedes 2.
12. No seas prejuicioso, tampoco estés predispuesto a lo que dirá o a lo que pasará.
13. Oren ambos antes de iniciar este diálogo, una oración pidiendo al Espíritu Santo será más que suficiente.
14. Si no han podido mantener estas reglas en estos 10 minutos dorados, debes buscar una ayuda idónea, alguien que sirva como concejero o mediador entre ustedes, esa persona les dará recomendaciones más específicas, dependiendo del caso.
Estos encuentros harán poco a poco de su relación una verdadera y sana relación conyugal; al principio como todo, será difícil, pero no se rindan, insistan, si ven que uno de los 2 se le olvida o no tiene interés, pregúntale, recuerda que esto se trata de hablar, de hacer una diferencia en la relación, para mejorar cada día más como esposos.
Buscar ayuda es importante también, todo siempre se maneja confidencialemente, y a veces sólo requiere de una cita para mejorar muchas cosas en la vida conyugal.
Janeth y yo esperamos que estos 10 minutos dorados puedan mejorar significativamente tu relación. Este artículo, así como todos, los escribimos con mucho amor y cariño para todas las parejas. Dios les bendiga.
Esposos: Fidel y Janeth.
Terapia para parejas.
Ministerio de Vida Conyugal
Comments