La infidelidad y la agonía que causa
- Esposos: Fidel y Janeth
- 26 sept 2018
- 7 Min. de lectura
La infidelidad no es sólo el hecho de tener relaciones sexuales con otra persona fuera del matrimonio, también el coquetear, el involucrar emociones, y estar flirteando con otra persona ya sea por temas laborales o por malas costumbres al momento de socializar, son consideradas como infidelidad.

Hemos escrito este artículo, con el objetivo de que aquellas personas que han pasado o están pasando por este proceso, puedan identificarse, y encontrar una solución a ese dolor y a la agonía que sienten en este momento; y para aquellas que no lo han vivido, puedan tomar consciencia del gran daño que les causarían a su pareja, de dejarse llevar por las pasiones.
Veamos primero que nada que es infidelidad para nosotros los cristianos:
Mateo 5, 28: "Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón."
Este versículo es nuestro punto de partida, ya que esto es palabra de nuestro Señor Jesús, pero las cosas se ponen un poco más estrictas, cuando vemos como se introducen también elementos tecnológicos adicionales de ambigüedad en la consideración de lo que es o no es infidelidad. En efecto, la mejora de la comunicación hace más accesible la infidelidad, y más barato, ya que basta con el ordenador de casa o del trabajo para establecer fuertes relaciones emocionales o con contenido sexual con alguien ajeno a la pareja.
Al descubrir una persona una infidelidad, empieza a definirse ciertas conductas en el afectado, como son:
1. Cognitivas: en esta primera conducta vemos una reacción denominada "rumiaciones" (conjunto de pensamientos cíclicos, ya sean reales o imaginarios que producen estrés, ansiedad, depresión y molestias), que puede llegar a no permitirle concentrarse en actividades laborales, del hogar, así como en muchas actividades que antes realizabas con normalidad. Sumado a lo anterior, también vemos como la persona pierde completamente la confianza no sólo en la persona que cometió la infidelidad, sino también en las futuras relaciones que vaya a tener, esto si no se busca ayuda a tiempo.
2. Conductuales: en esta etapa vemos como la persona afectada puede tornarse violenta, rechaza al infiel, lo cual provoca como primer estado grave de esta conducta, la separación de la pareja. Sumado al propio estado de violencia, ya sea físico o en el mismo lenguaje, el afectado se torna en un estado de hipervigilancia (estado enfermizo de querer saber donde está el otro o que hace), ya que según el afectado esto le producirá mayor seguridad, lo cual no es realmente así; la indagación obsesiva y violenta también es otro síntoma conductual resultante de esto, lo cual tampoco calmará la ansiedad y el dolor sufrido.
3. Emocionales: el sufrimiento es tan enorme, que lo comparamos con un luto; inician sentimientos de rabia, de ridículo, depresión, ansiedad, sentimiento de ser víctima, dificultades para dormir, respuesta exagerada al susto; relaciona muchas cosas con el momento de la infidelidad como son: películas, canciones, comentarios, etc. y si el infiel ve o escucha algo de esto, el afectado se molesta porque piensa que está recordando esos momentos en que le traicionó, por esto muchos lo comparan con un estrés postraumático.
El que cometió el error debe estar consciente de que todo esto es resultado de ese error, que deben buscar ayuda y que deben ser pacientes ante el tratamiento, ya que puede que tome un tiempo en recuperarse. Ahora, no podemos justificar con esto ningún tipo de violencia o pisotear la dignidad del otro, tampoco buscar esto como excusa para manipular.
Hay que estar claro de que se ha dañado el vínculo de la relación y este debe ser restaurado, al dañar este vínculo se pierde la seguridad, la confianza, el cariño, la estima, la idealización, la pasión, la valorización del otro, entre otros; lo importante es que todo esto se puede recuperar, con una pronta atención y siguiendo paso a paso las recomendaciones, ya que donde se saltan un paso o dejan de lado algo, regresan al punto inicial y el avance es mucho más lento posteriormente.
El primer paso para continuar la relación:
Hay que establecer el método psicoterapéutico para el perdón, sin tomar en cuenta todas las fases que conlleva el perdón mismo, por ahora.
Veamos la infidelidad como una herida de un cuchillo oxidado: imagina que tienes este cuchillo que te ha clavado tu ser querido, en una pierna, de este brota sangre, por lo cual en primera medida debes pensar en parar la hemorragia y sanar la herida, pero te olvidas que el óxido del cuchillo puede traer infección a la sangre, estas consiente de eso, pero no tomas el remedio para esta infección. Una herida puede ser grande o pequeña, dependerá del tamaño del cuchillo, pero por más grande que sea puede cerrarse tarde o temprano, dependerá de tí; la infección en tu sangre puede ser peor que la herida, y esta requerirá de un mayor esfuerzo, como son el evitar todas esas respuestas emocionales que mencionamos anteriormente como son: la venganza, la rabia, la violencia, el estar constantemente vigilando, el estar reclamando, investigando, etc. Cada vez que haces todo esto, la herida se abre nuevamente, empieza a salir sangre, te debilita y encima de todo vives con una infección que lentamente te matará, porque son reacciones que no solo destruye al causante de la herida, sino también a tí, y por lo tanto a la misma relación. Ahora no se trata de hacerse la vista gorda, más aún si la persona no te ha pedido perdón o mostrado arrepentimiento, se trata de no volver esto una casería.
Así que en resumen para este punto, se trata como primera medida, el dejar a un lado todas esas actitudes negativas, que no proporcionarán un progreso positivo a la restauración del daño.
El perdón:
Para perdonar, es preciso comprometerse, por el propio interés, con el pensamiento de querer lo mejor para esa persona, aunque sea solamente que recapacite y no vuelva a hacer daño a nadie o deseando que le vaya bien en la vida.
Para lograr esto, deben tomarte un tiempo para pensar y valorar la relación en su totalidad, los momentos buenos y malos, excluyendo por ahora este error, poniendo como punto central el amor que sientes o sentiste por esa persona, y por lo cual decidiste vivir con ella; si esta reflexión se hace adecuadamente, se logrará modificar en consecuencia, los sentimientos hacia el ofensor.
Lo que se quiere lograr es modificar esa conducta destructiva, que finalmente llevará a un cambio en los pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones.
Ahora, no pensemos en que perdonar es olvidar, perdonar es una conducta libremente elegida de compromiso y determinación para mejorar la relación, y el estado de conducta, por consecuencia mejorará lo emocional.
El perdón es el primer paso a la reconciliación, pero no es en un fin "la reconciliación misma".
Qué no es el perdón:
- El perdonar no es olvidar.
- El perdonar no es la reconciliación.
- El perdón no justifica la ofensa.
- Perdonar no es síntoma de debilidad, sino de fortaleza.
- Perdonar no es dar permiso al otro para que te vuelva a hacer daño.
- El perdón muchas veces no es inmediato, se puede dar poco a poco.
El perdón consiste en que el que perdona deja de buscar activamente que se haga justicia y es misericordioso en las consecuencias que busca y no intenta obtener una descarga emocional junto con la justicia. Por otro lado, para llegar a la reconciliación es preciso que el ofensor realice una restitución del daño que ha causado, si es posible, o cumpla la pena que la sociedad le imponga.
La reconstrucción de la relación:
Muchas parejas nos preguntan: ¿será posible recuperar la confianza, el amor, la ilusión, etc.? Nuestra respuesta es SI ES POSIBLE, en la medida que sigan cada paso en el proceso, sin desviarse o saltárselos; sin ver la infidelidad como algo positivo, sino como algo en lo que se debe reflexionar y sacar el mejor provecho, la mayoría de las parejas al salir de sus crisis nos describen que hay una mayor intimidad, que ahora han colocado a la familia en primer lugar, se cuidan y están más pendientes uno del otro, han mejorado la comunicación, valoran mucho más a su pareja, entre otros.
Para poder reconstruir la relación es importante lo siguiente:
1. Encontrar ayuda emocional y espiritual.
2. No perder la comunicación uno con el otro.
3. Tener mucha paciencia.
4. Ofrecer el perdón frecuentemente.
5. Mostrar arrepentimiento sincero ante el hecho.
Para lograr esta reconstrucción se debe dejar a un lado todas esas actitudes destructivas que mencionamos anteriormente una y otra vez: reclamos, acoso, violencia, alejamiento, vigilancia, etc., a esto le llamamos desactivación emocional. Debes estar alerta también, ya que muchas de estas actitudes son como una montaña rusa, pueden aparecer y desaparecer, y en el momento que aparezcan debes controlarlas de forma voluntaria.
Reconocimiento del daño:
La persona que cometió el error de infidelidad, debe aceptarlo de esa forma, no se le puede adornar con otro nombre a una infidelidad, y no se debe.
Debe demostrar un real arrepentimiento, y esto radica en un cambio de actitud ante los hechos, si bloqueaba el teléfono, ya no lo hará; si no llamabas o respondías el teléfono, debes hacerlo; si llegabas tarde a casa, ahora no lo harás; si mentías, no lo debes hacer. Esto debe nacer de forma natural, como parte del reconocimiento del error cometido, y no debe ser algo que hará bajo presión del afectado, sino no tendrá la misma respuesta. Eso surgirá como parte del análisis de su propia conducta, ya que sin esto, no garantizará que no vuelva a ocurrir.
Debe reconocer que hizo daño a toda su familia: esposa, hijos, hermanos, cuñados, suegros, papás, etc. Resarcir ese error de ser posible, pidiendo disculpas a todos los miembros de la familia.
Tiene que analizar los motivos de su infidelidad, si es que es una persona muy coqueta, tiene malos pensamientos y juega con ellos, si ve a los otros de forma indebida, flirtea; todo con tal de evitar, y eliminar esas acciones o pensamientos.
Conclusiones:
No es posible tocar en un solo artículo cada detalle que conlleva la infidelidad, el daño causado y como llegar a la reconciliación, pero te dejamos con unos puntos importantes:
1. Si has acabado de descubrir la infidelidad, es normal el sufrimiento y el dolor.
2. Lo más pronto posible debes buscar ayuda, de preferencia psicológica/espiritual.
3. Deben reconocer el daño causado al otro.
4. Elegir la opción de perdonar, esta no significa olvidar.
5. Evitar todos los sentimientos autodestructivos.
6. Evitar las actitudes emocionales que provocan daño.
7. Aceptar que somos seres humanos y no nos escapamos de cometer errores.
8. Ser capaces de manifestar los sentimientos, sensaciones y emociones y expresarlos sin hacer daño al otro.
9. La comunicación diaria, presencial es una clave importante, con una actitud positiva.
10. La oración en pareja es un ingrediente base para la restauración del matrimonio, sin esto no lo lograremos.
Si estás pasando por este proceso, escríbenos, para incluirte en nuestras oraciones o brindarte ayuda. Queremos que puedas recibir de Dios Todopoderoso esa fortaleza que necesitas para afrontar esta situación, en nombre de su Hijo Cristo Jesús que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Esposos: Fidel y Janeth
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