Idealizar en la vida conyugal
- Esposos: Fidel y Janeth
- 1 ago 2018
- 3 Min. de lectura
La idealización como definición es creer o representar mentalmente a la pareja intelectualmente mejor o más bella de lo que es en realidad.

Hasta aquí parece que no hay nada absolutamente malo, nosotros vivimos haciendo un esfuerzo día tras día por ver las mejores virtudes de nuestro cónyuge, por tratar de enaltecer esas cosas que están bien, y olvidarnos de las que están mal, pero en este artículo estamos hablando de "idealizar", lo cual indica que estás viendo a tu pareja de
una forma que realmente no es, y estás sumando cualidades que tampoco tiene.
A todos nos ha pasado en algún momento, que vivimos magnificando o maximizando esas cualidades al punto de elevarlos a la perfección en nuestras mentes, y en ocasiones hasta se lo exigimos así, ya que es la manera como nosotros lo vemos.
En psicología esto se conoce como el "pacto de negación", es donde negamos todo lo malo o lo que no nos gusta de la otra persona, y esto ocurre regularmente en personas que tienen problemas con su autoestima, pero no siendo esta la única causa, y es muy frecuente en las parejas, pero también ocurre en las amistades y las relaciones padres e hijos.
El sueño
Las canciones, las películas, novelas, la cultura misma nos encajonan en un marco de relación, que debe ser perfecta, nos mentalizamos a que nuestro príncipe azul o nuestra princesa debe ser hermosa y sumamente inteligente, y que nuestra relación será felicidad total y "para siempre".
La realidad
Lo cierto es que nuestra pareja es una persona con virtudes limitadas, con defectos, con frustraciones, con un pasado, con una historia y su propio criterio que lo hacen ser quien es, y que quizás por complacernos a enmascarado muchas cosas que afloran con el tiempo.

Vamos a ver a continuación cómo afecta esta idealización en el transcurso de nuestra relación:
1. Nos aleja de la realidad. Nuestra vida conyugal y nuestra pareja nunca llenará nuestras expectativas, ya que cuando comparamos nuestra realidad con lo que imaginamos, ese ser que tenemos a nuestro lado no llena ese espacio.
2. No nos permite aceptar el fracaso. En virtud de que creamos en nuestra mente a un ser casi perfecto: no infiel, amable, cordial, atento(a), amoroso, romántico, entre otro, no somos capaces de perdonar tan fácilmente una falta o un error, ya que decimos "Nunca pensé que él(ella) sería capaz de hacerme eso".
3. Reprime el verdadero ser. El exigir o exigirme que la persona que tengo a mi lado sea tal cual como lo idealicé, causa frustración, pero aparte reprime a la persona y no permite que crezca emocional o intelectualmente, ya que vivirá tratando de llenar un zapato demasiado grande.
4. No permite madurar la relación. Una relación debe pasar de ese enamoramiento superficial hacia un verdadero amor, más sólido más consistente y comprometido, pero cuando vivimos en una realidad alterna, no damos ese siguiente paso por temor, por frustración, por creer que hay alguien mejor para nosotros.
5. Fracasa nuestro matrimonio. Cuando uno de los 2 cónyuges comete un error, vemos esto como un error imperdonable, como "lo peor del mundo", al punto que lo vemos como el final de nuestra vida conyugal.
6. No somos merecedores del otro. Al idealizar a la persona, podemos creer que es mucho más de lo que merecemos, le permitimos más de lo que deberíamos: sale con sus amigos(as) solo(a), toma todas las decisiones del hogar sin consultarnos, no nos da cuenta de la economía, bloquea el teléfono y no nos da la clave. Nada de esto le reclamamos por temor a perderlo(a).
La solución.
No es malo idealizar un poco, ya que en ocasiones la admiración por el otro nos lleva a eso, lo malo está en convertir esa idealización en una realidad inexistente, en una sobrevaloración que convierte a la relación en un campo de batalla y de lamentaciones.
Debo aceptar la realidad, pensar que nuestro cónyuge nos regala su mejor cara, lo mejor de él o ella siempre.
Tu pareja no es mejor que tú, somos iguales, ambos tenemos los mismos derechos y deberes en el hogar, con los hijos y como pareja. Debes aumentar tu autoestima si es necesario.
La realidad a veces es muy distinta, y se nos acaba el tiempo, si estás sumergido en un camino sin salida, busca ayuda idónea, antes que sea tarde.
Todos somos seres humanos pecadores, que podemos en un momento dado caer en tentación, los errores son parte de la vida conyugal, que nos ayudan a crecer como pareja.
Autores: Esposos Fidel y Janeth
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