Hijos de matrimonios rotos
- Esposos: Fidel y Janeth
- 16 jul 2018
- 2 Min. de lectura

Todos los estudios a niveles psicológicos y psiquiatrícos revelan problemas graves en niños de parejas separadas.
Veamos: Las cifras del divorcio son crecientemente importantes. En Panamá se encamina hacia el 30% sobre el total de los matrimonios celebrados.
Una investigación publicada en el Journal of Family Studies muestra que la mayoría de bebés y niños que alternan de hogar por vivir con padres divorciados desarrollan problemas psicológicos a largo plazo. Jennifer McIntosh, psicóloga clínica y terapista familiar, explicó que alternar entre padres separados ocasiona “problemas de relación” en el 80 por ciento de los niños menores de 18 meses.
A largo plazo –según la experta–, estos niños crecen teniendo “niveles alarmantes de inseguridad emocional y una baja capacidad para regular emociones fuertes” durante su juventud y adultez.
“Intercalarse entre los padres sin la presencia de una relación entre ellos que pueda sostener la necesaria cooperación es fatal para los niños, especialmente para los pre-escolares”, afirmó McIntosh y añade que “de la misma manera, intercalar residencias, que suele darse durante la semana, trae complicaciones para las necesidades primarias de seguridad”.
El individuo forja su personalidad en el seno familiar. Cuando se produce una separación en dicho entorno, el niño pierde sus marcos de referencia.
Ser “un hijo del divorcio” se ha convertido en algo común, aunque sigue provocando un trauma para quienes experimentan sus estragos. Y no hablamos solamente de las separaciones dificultosas, sino también en aquellos que por mutuo acuerdo se separan.

Algunos factores emosionales que son afectados en estos niños a mediano y largo plazo:
1. Bajo rendimiento académico.
2. Peor autoconcepto
3. Dificultades en las relaciones sociales
4. Dificultades emocionales como depresión, miedo, o ansiedad entre otras
5. Falta de confianza
6. Pérdida del concepto de una buena relación.
7. Son futuros padres de familia sin un vínculo real con sus hijos.
8. Son más prospensos al divorcio.
9. Problemas de conducta a lo largo de su vida.
10. Tiene mayor tendencia a la infidelidad.
En cuanto al perfil psicológico del niño proveniente de divorcios:
1. el 25% de ellos no ha terminado el colegio (contra 10% de hijos normales);
2. el 65% ha requerido tratamiento psicológico (contra el 20%);
3. el 50% ha tenido problemas de alcohol y drogas antes de los 15 años;
4. el 80% tiene una relación conflictiva con el padre (sólo el 5% ha recibido ayuda económica sustancial por parte del padre);
5. pese a que la mayoría pasa de los 30 años de edad, apenas el 30% se ha casado;
7. del total de casados, el 60% ya se ha divorciado.
Si observan es una cadena que no termina, el 60% de los hijos provenientes de parejas separadas tendrá una vida y una relación conflictiva que terminará en otro divorcio.
Entonces tomando en cuenta estas estadísticas, porque no solucionar las dificultades en las parejas y fortalecer esa relación basada en una buena comunicación, respeto, perdon y tirar olvidarnos del orgullo y la soberbia.
Autor: Catholic.org
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