Matrimonio a prueba de todo

Las pruebas en el matrimonio te permiten definir la fortaleza del mismo, esperar unirse a una persona y albergar la esperanza de no pasar por dificultades es como querer salir bajo la lluvia sin mojarte.

Es claro que la persona a la que te estás uniendo es muy diferente a ti, y de esto te darás cuenta con el pasar del tiempo, y que aquellas cosas que veías como similitudes entre uno y el otro, quedarán a un lado cuando veas la realidad como el desorden, desorganización, diferencias en pensamientos, ambiciones, planes a futuro, prioridades y muchos más.

Siempre repetimos: “en la diferencia está lo hermoso de la relación”, pero también decimos: “Si no estás dispuesto(a) a conocer a tu pareja, mejor déjala ir”. Es un hecho concreto, que al tener diferencias uno con el otro, vendrán las dificultades, pero estas serán tan expansivas en la medida que estés o no dispuesto a dialogar sobre ellas.

Otro aspecto en la relación, es que muchos por el temor a la reacción de una persona explosiva, nos vamos perdiendo a nosotros mismos al pasar los años, y nos terminamos convirtiendo en lo que esa otra persona quiere que seamos, esto no está bien, ya que decimos que nos gustan las mismas cosas, nos hace felices los mismos momentos, pero en realidad perdemos nuestra propia identidad, vivimos con una máscara de sonrisa, cuando en realidad hay mucha tristeza, temor y fobias, a eso lo denominamos mimetismo.

¿Cómo podemos enfrentarnos a las dificultades de nuestros matrimonios, sin fracasar?

A continuación, te damos algunos puntos importantes que debes tomar en consideración, para blindar tu matrimonio y que las pruebas no acaben con él:

1. Analizar las fortalezas y debilidades en tu relación: eventualmente (por lo menos 1 vez cada 3 meses), debemos hacer un análisis a conciencia de nuestra relación, anotando todas las fortalezas como pareja, así como individuales, en esto se incluyen los temores, virtudes, traumas, entre otros. Esto no es para reclamar, sino para ir poco a poco corrigiendo aquellas que en primera instancia sean de mayor impacto a la relación.

La meta debe ser la Santidad en el matrimonio, y anotar que nos hace falta para llegar a ella.

2. Paciencia ante los desacuerdos: Los desacuerdos son pruebas diarias para el matrimonio, y la paciencia debe ser una virtud en el hombre y la mujer. En un momento dado uno querrá ver un canal de TV que el otro no le gusta, o uno quiere salir y el otro no.

Los desacuerdos en un matrimonio no tienen un "ganador" y un "perdedor" porque ustedes SIEMPRE estarán en un mismo equipo. Superarán la prueba o fallarán JUNTOS.

Uno de los 2 debe estar dispuesto a ceder por el amor, y el otro debe estar agradecido ante este gesto, así funciona esto.

3. No permitas que el dolor y la angustia te dominen: La vida nos hiere algunas veces. Puede que ya hayas notado esto. Tu matrimonio enfrentará desafíos donde uno o ambos van a atravesar intensos dolores físicos, emocionales, financieros o sociales.

Mientras tengas en tu mente que no te mereces esto, o que esto te está pasando por algo malo que hiciste, o simplemente que te mereces este “castigo”, vivirás sufriendo siempre, ya que estamos frecuentemente sometidos a estas pruebas, y al momento de enfrentarte a ellas, no debes hacerlo solo(a), debes ser capaz de clamar a Dios, y en el nombre de la Sangre Preciosa de su Hijo Jesús que derramó por ti en la cruz, aceptarla y pedir fuerzas para superarla.

4. Supera las frustraciones: La frustración produce tristeza, decepción y desilusión, pero quien tiene este sentimiento no es menos culpable del que lo provoca. Unos ejemplos de esto serían:

a. Me siento desilusionada porque él no me pide que me case.

b. Siempre tengo que pedirle que tenga relaciones sexuales conmigo.

c. Estoy cansado(a) de hacer todo aquí en la casa.

d. Nunca me agradece nada.

e. No me toma en cuenta en las decisiones importantes.

Si observas, esta frustración existe, porque en su mayoría son temas que no se tocan en las conversaciones, ya sea porque terminan en peleas, o simplemente porque uno de los 2 aplaza estas conversaciones. Toma en cuenta el punto 1 y 2 de este artículo.

Sé transparente y honesto acerca de tus sentimientos, pero no pongas a la otra persona a prueba para ganar un argumento, nadie responde bien a esto. Es manipulación en lugar de amor; y si el que está aplazando todo esto lo sigue evadiendo, toma en cuenta que, si amas, buscarás hacer feliz al otro.

5. Persevera en tu relación: este es uno de los ingredientes vitales para un matrimonio duradero. La perseverancia significa rehusarse a rendirse.

Un matrimonio pasará muy probablemente períodos y situaciones donde uno o ambos sentirán ganas de rendirse, pero perseveren.

La perseverancia se logra buscando esos recuerdos buenos de la relación, y trayéndolos a la conversación o al presente. Los compromisos deben ser mayores, para que la perseverancia se de más fácilmente, pero si no se ve compromiso de cambio en el otro será muy difícil perseverar.

6. La fe en que Dios todo lo puede: Este es el ingrediente de mayor importancia en una relación, sin fe, ninguna prueba podemos superar, y vagaremos como una hoja por el río sin poder detenernos, sin saber esta a donde nos llevará.

Debemos ser capaces de aceptar que somos frágiles, débiles y pecadores ante las pruebas, y encontraremos refugio y consuelo en la oración, sin esta no tendremos respuestas ante las situaciones que estamos pasando, y no veremos la solución, aunque la tengamos frente a nosotros.

Oración ante las pruebas:

Oh buen Jesús, gracias por permanecer a mi lado en todo momento, sobre todo en aquellos en que me siento derrotado(a) por las tempestades en las que a veces creo que voy a sucumbir.

Te entrego todo lo que estoy viviendo y todo aquello que ha puesto freno a mis deseos de superación. Bendice mi trabajo, mis esfuerzos por intentar dar lo mejor de mí. Te alabo y te bendigo por todas las cosas que me das y por todo el amor que me regalas.

Señor mío, sé que cuento con tu bendición y con tu protección en medio de las tribulaciones de la vida.

Yo sé cuáles son mis debilidades y mis limitaciones, todos esos errores que me llevan a faltarte y a faltarles a mis hermanos, pero aun así me amas y me buscas, sin que yo crea merecerlo.

A veces siento que pones a prueba mi fe, mil tormentas hacen tambalear mis pisadas haciéndome perder el horizonte de tu amor; pero sé que al final me darás una prueba de tu gran amor y tu gran compasión, si aprendo a ser paciente ante tu aparente silencio y a tener confianza en ti.

Amor, paciencia y confianza: lo que a mí me falta y espero de Ti. Amor a ti y al prójimo, paciencia ante las pruebas que no faltan, confianza en tu infinita misericordia.

Amén

Esposos: Fidel y Janeth